Nace Juan Pablo Duarte

De Paseo por la Historia. Con una mirada breve a los eventos y personajes que impactaron al país y al mundo

Por Evaristo Regalado, 26 de enero de 2021

JUAN PABLO DUARTE

Iniciemos nuestro recorrido patriótico con un pensamiento del propio Juan Pablo Duarte, padre de la patria dominicana:

«Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”.

Un día como hoy 26 de enero, pero de 1813, nació Juan Pablo Duarte Díez en la que fue la España colonial antes de la fundación de la República Domincana que él mismo concibió. Su cuna estuvo específicamente en la casa marcada con el No. 308 de la calle “del Caño” o “principal de Santa Bárbara” (hoy Isabel la Católica), en el local donde hoy se encuentra ubicada la sede del Instituto Duartiano y del Museo de Duarte, en Santo Domingo.

Duarte era hijo del español Juan José Duarte Rodríguez y de la seibana Manuela Díez. Según la literatura patriótica fue el principal ideólogo de la fundación de la Nación dominicana, el creador de la conciencia, del espíritu y de la identidad nacional dominicana, considerado como uno de los tres Padres de la Patria, junto con Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella1.

Sus primeros años de instrucción los recibió en la casa de sus padres y luego fue aceptado en una escuela formal. Duarte fue uno de los primeros contadores del país. En el negocio de su padre, ubicado en Las Atarazanas (el cual vendía mercancía importada, especialmente artículos ferreteros), aprendió de contabilidad y de matemáticas. Al llegar a la juventud, como la universidad había sido cerrada por el régimen de Boyer, fue enviado al extranjero a cursar estudios superiores por unos tres años. Regresó al país durante los años 1831 ó 1832.

En el aspecto político, Duarte fue el fundador de La Trinitaria, en julio de 1838. cuando contaba con 27 años de edad; una organización política y militar secreta compuesta por células de tres personas, concebida para generar un movimiento revolucionario separatista e independentista bajo el lema de “Dios Patria y Libertad”. A partir de La Trinitaria se crearon dos sociedades nuevas: La Filantrópica y la Dramática, para plantar mensajes subliminales y propaganda en el interés de despertar conciencia a través de las actividades culturales y teatrales (dramaturgia). Los primeros miembros de La Trinitaria fueron el mismo Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina, Félix Ma. Ruiz, Juan Maria Serra, Felipe Alfau, Juan N. Ravelo, Benito González, y Jacinto de La Concha. Luego se sumaron otros como Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella y los hermanos de Duarte (Vicente y Rosa Protomártir).

Fuera del aspecto politico la historia nos muestra a un Juan Pablo Duarte como intelectual, amante del arte y de la literatura; era poeta, tocaba guitarra, piano y flauta. Además dominaba el arte de la esgrima y la espada; pero también era políglota, hablaba (además del español) el francés, el inglés, el holandés y el alemán. Duarte también viajó por varios lugares del mundo como New York, Londres, París, Hamburgo y Barcelona; en los que aprendió el significado de la libertad, del honor y de la identidad propia.

Para la mayoría de los dominicanos, Duarte encarna al dominicano más puro y grande que ha parido esta tierra, cuyas ideas (y algunas acciones clave) terminaron en gloria al lograr la Independencia Nacional el 27 de febrero de 1844, haciendo a los que hoy nos denominamos “dominicanos”, ciudadanos del mundo libre, con nombre y nacionalidad.

Pero Duarte también ha tenido y tiene sus detractores, como el Dr. Bolívar Batista del Villar (EPD), profesor de Historia Económica en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, quien dedica el capítulo VI de su libro “La historia secuestrada 1844–1963” casi completo a hablar de Duarte. En el texto, de unas 700 páginas, sostiene que Duarte era un burgués en el sentido pleno de la palabra, pero que en el nivel de desarrollo en que se encontraba la sociedad dominicana “la burguesía” no existía como clase, al tiempo que define a esa misma burguesía como un conglomerado unido por intereses comunes distintos a los planes revolucionarios o independentistas. Batista del Villar afirmaba que haciendo un ejercicio de claridad y honestidad intelectual, Duarte no podía ser el padre de la patria porque pertenecía a un segmento de la sociedad extraño a la realidad del pueblo dominicano. En nuestra época de estudiante de la UASD tuvimos la oportunidad de participar como alumno en clases que impartía el profesor Batista del Villar y de escuchar con asombro sus enjundiosos (y a veces duros) puntos de vista sobre la vida personal y revolucionaria de Duarte.

Otros autores, como Pedro Julio Jiménez Rojas, le regatean al prócer el hecho de que no se encontraba en el país cuando fue proclamada la Independencia y que, por tanto, no le corresponde un lugar preponderante entre los Padres de la Patria. Jimenez Rojas afirma que de los 63 años de su vida, más de la mitad (o sea, 34) Duarte los pasó en el exterior. Si a los 29 años que quedan de su vida se le restan sus primeros 16 años (que comprenderían a la infancia y la adolescencia, en los que no podía participar en actividades políticas) y además los 7 años de estudios que precedieron a la fundación de La Trinitaria (o sea, 23 en total), sólo restarían unos cinco o seis años en los que militó en la Trinitaria, la patriótica organización que propugnaba por la separación definitiva de la porción oriental de la isla. Ese cálculo, según el autor, es una clara y contundente demostración de su exigua colaboración en el tiempo a favor de nuestra patria.

Sostiene que los calificativos relativos a Duarte que utilizan algunos autores, como José Gabriel García, el arzobispo Meriño, Eugenio María de Hostos, Vetilio Alfau Durán, Joaquín Balaguer, Antonio Thomen, Manuel Salvador Gautier y la generalidad de las plumas duartistas, son más bien propios de un hagiógrafo, es decir, aquellos que reseñan la vida de los santos al presentar a un Duarte etéreo, con epítetos cuasi celestiales, como una especie de apóstol, de evangelista, en fin, como una epifanía, dando la impresión que se trataba de un ser totalmente espiritual.

Volviendo a la vida de Duarte, y dejando de lado esos debates intelectuales, finalmente el prócer murió el 15 de julio de 1876 a la edad de 63 años en Caracas, Venezuela, enfermo y sumido en la miseria. Sus restos fueron traídos al país 8 años más tarde por el presidente-dictador de entonces Ulises Heureaux Lebert (alias Lilís) quien, aunque parezca un poco extraño por su condición de dictador, lo había declarado Padre de la Patria junto a Francisco del Rosario Sánchez y a Ramón Matías Mella.

Hoy los restos de Juan Pablo Duarte descansan en el Monumento para los Padres de la Patria ubicado en el Parque Independencia de la ciudad primada de América, Santo Domingo.

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#depaseoporlahistoria #26E #Duarte

REFERENCIAS:

Balcácer, J. D. & Diario Libre. (2021, December 16). VIDEO | Matías Ramón o Ramón Matías; ¿cuál era el nombre del prócer Mella? Diario Libre. Retrieved January 26, 2023, from https://www.diariolibre.com/amp/especiales/dia-independencia/video-matias-ramon-o-ramon-matias-cual-era-el-nombre-del-procer-mella-IB24074419

San Matías. (n.d.). EWTN Global Catholic Television Network. Retrieved January 26, 2023, from https://www.ewtn.com/es/catolicismo/fiestas-liturgicas/san-matias-23815


  1. Históricamente ha existido un debate en torno a si el nombre del prócer era Matías Ramón Mella o Ramón Matías Mella. Lo cierto es que en la documentación oficial y privada que se tiene disponible y que recoge el rastro de los eventos civiles más importantes de la vida del patriota, pocas veces aparece el nombre “Matías”. Por ejemplo, en su acta de bautismo de 1816 solo consta el nombre “Ramón”; en su acta de matrimonio con Josefa Brea también se cita su nombre solo como Ramón Mella, sin el “Matías”; los demás miembros de La Trinitaria tampoco se refirieron a él como “Matías”, sino como Ramón. Incluso en su testamento notarizado, antes de su muerte, tampoco rubrica como “Matías”. Existen muchísimos otros documentos que descartan que Mella firmara “Matías” Ramón, por lo menos de forma oficial, aunque eventualmente utilizara ese sobrenombre. Lo más probable es que “Matías” fuera un apodo, heredado de la tradición religiosa del santoral católico, que el prócer llegó a utilizar antes o incluso después de la Independencia. Una posible explicación a eso es que Mella nació cerca de la medianoche, entre el día 24 y el 25 de febrero de 1816. En el calendario tradicional de la iglesia católica, antes del Concilio Vaticano II, se consagraba el 24 de febrero a San Matías, el discípulo de Jesús elegido para reemplazar a Judas como el duodécimo apóstol. Sin embargo, a partir de 1969 la celebración a San Matias se traspasó para el 14 de mayo ↩︎

Autor: evaristoregalado

Bloggero, twittero, contador y profesor a medio tiempo. Aficionado a la fotografía y curioso de la historia. En busca de mi catarsis cada día y de mi comunión con Jesús de Nazareth

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