Primer parto con anestesia de la historia

De paseo por la historia. Con una mirada breve a los eventos y personajes que impactaron al país y al mundo.

Evaristo Regalado, 19 de enero de 2023

PRIMER PARTO SIN DOLOR DE LA HISTORIA

Aunque muchos quisieran, y así me lo han solicitado, que iniciemos el recorrido de hoy con la filosófica, profunda y amarilla frase de “nacionalidad” cibaeña “*m#% ‘pal Licey**” no puedo complacerlos. Más bien lleguen mis felicitaciones a los fanáticos del equipo azul por su corona nacional número 23, en el año 2023 y ganándole precisamente al equipo serie número 23 ¡tremendo palé! para los que juegan.

Ahora si vamos en serio. Iniciemos el alucinante viaje de hoy con una frase del literato y poeta Edgar Allan Poe, quien así como Juan Bosch, es considerado un maestro del relato corto; además como uno de los mejores exponentes de la novela policiaca o detectivesca:

“El único medio de conservar el hombre su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella”

Un día como hoy, 19 de enero, pero de 1847, el médico obstetra británico James Young Simpson realizaría el primer parto sin dolor de la historia del mundo mediante la aplicación de un anestésico o de “anestesia”. El hecho sucedió en Edimburgo, Escocia, en cuya universidad el doctor Sir James Young Simpson era profesor de medicina y partería.

Para esto utilizó éter, una sustancia muy volátil que había sido descubierta varios años antes, en 1832, por los químicos Samuel Guthrie y Justus von Liebig, de forma independiente, es decir, cada cual por su lado.

James Young Simpson había comprobado que a pesar de que la paciente se dormía, esto no llegaba a afectar la función de las contracciones naturales del parto, mismas que continuaban con total normalidad. Sin embargo, habían algunos inconvenientes y efectos secundarios. Uno de ellos era que la inhalación del éter provocaba mucha tos. Además de eso, el éter tenía un desagradable y persistente olor. Esto provocó que el galeno iniciara la búsqueda de otra sustancia sustituta que ofreciera el mismo efecto anestésico que el éter y terminó descubriendo, en noviembre de 1947, las propiedades anestésicas del cloroformo, una sustancia que pronto comenzaría a utilizar para ayudar a las mujeres en sus labores de parto.

La comunidad científica aplaudió los descubrimientos y métodos de Young Simpson, sin embargo encontró una fuerte oposición de una facción de la iglesia, que sancionaba estos “experimentos” como satánicos y no escatimaba en advertir a las mujeres embarazadas que si se sometían a estos métodos “diabólicos” corrían el riesgo de que sus hijos no fueran bautizados. El panorama cambiaría luego a favor del médico cuando la mismísima reina Victoria utilizó cloroformo para el nacimiento de Leopoldo, su octavo hijo, en el año 1853.

Un dato curioso: se dice que la primera paciente tratada con éter por el Dr. James Young Simpson estuvo tan agradecida y contenta de su parto sin dolor que terminó llamando a su criatura (una niña) “Anestesia”. ¡Vaya perla!

Si te gustó, comparte. Visítanos en www.evaristoregalado.wordpress.com para más contenido.

#depaseoporlahistoria #19E #anestesia #AllanPoeFrases #AllanPoeFrases

Autor: evaristoregalado

Bloggero, twittero, contador y profesor a medio tiempo. Aficionado a la fotografía y curioso de la historia. En busca de mi catarsis cada día y de mi comunión con Jesús de Nazareth

Deja un comentario