Día Nacional de la Alfabetización 2

De Paseo por la Historia. Con una mirada breve a los eventos y personajes que impactaron al país y al mundo

Por Evaristo Regalado
13 de enero de 2022

DÍA NACIONAL DE LA ALFABETIZACIÓN EN REPÚBLICA DOMINICANA

El escritor futurista estadounidense Alvin Toffler, reconocido por sus discusiones acerca de la revolución digital, la revolución de las comunicaciones y la singularidad tecnológica, nos deja una frase muy acorde con la celebración de hoy, cito:

”Los analfabetos del Siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer ni escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender”

Hoy, como cada 13 de enero, en la República Dominicana se celebra el Día Nacional de la Alfabetización. En su definición más simple, “alfabetizar” no es otra cosa que “enseñar a alguien a leer y a escribir” (Real Academia Española, 2014).

Sin embargo el concepto ha venido evolucionando para hacerse más amplio. A juicio del pedagogo brasileño Paulo Freire, quien goza de gran prestigio en esta área del saber, la alfabetización es más, pero mucho más, que solo leer y escribir. “Es la habilidad de leer el mundo, de continuar aprendiendo y es la llave de la puerta del conocimiento”.

Fuente externa

En la acera opuesta de la alfabetización tenemos el analfabetismo, que por definición sugiere la condición de analfabeto, palabra de origen latino (analphabetus) que deriva a su vez del griego antiguo (ἀναλφάβητος, “analfábetos”) y hace referencia a aquella persona que no sabe leer ni escribir, a un iletrado o iletrada.

La definición clásica de analfabetismo, aquella que hace referencia a los “iletrados”, también ha evolucionado con el paso de los años. Hoy en día es común emplear el concepto “analfabetismo funcional”, un término que puede incluso encasillar como tales a personas letradas, según lo establece la UNESCO. El analfabetismo funcional se define como la incapacidad de un individuo para utilizar su capacidad de lectura, escritura y cálculo aritmético de forma eficiente; o bien, quien no es capaz de vincularlas [esas capacidades] con las situaciones habituales de su vida. Dicho de otro modo: la incapacidad de relacionarlas con las exigencias sociales, laborales, comunitarias y en su propio desarrollo personal.

El mundo actual es cada vez más convulso y revolucionado, se vive un ambiente global de avances gigantescos, diríamos que casi exponenciales, en los campos de la ciencia y la tecnología. En un mundo así es de esperarse entonces que las “exigencias sociales” y laborales que cita la definición de la UNESCO sean también más sofisticadas y cada vez más complejas, requiriendo de manera progresiva una gama amplísima no solo de conocimientos, sino también de las denominadas “habilidades blandas”, por lo que resulta muy fácil que cualquier individuo que se rezague o se desinterese por aprender cosas nuevas de repente caiga en la franja estadística o conceptual de los analfabetos funcionales.

A nuestro entender, el carril del analfabetismo funcional como lo plantea la UNESCO es un poco ancho y, de paso, se puede prestar a ambigüedades. El concepto todavía tiene oportunidades de refinarse, pero eso es una apreciación personal de quien escribe. En el convulso mundo del que hablamos, sin duda todos somos analfabetos en algunas de las exigencias de la cotidianidad.

El analfabetismo es un grave problema social y como todos los de este tipo tiene repercusiones tanto a nivel individual como colectivo. En primer lugar y en términos estrictamente individuales, una persona analfabeta tendrá que enfrentarse a la incapacidad de realizar trabajos intelectuales o calificados, al no poder competir ante posibles ofertas y oportunidades laborales frente a otros individuos que no presenten este problema. Pero además, si corre con suerte y encuentra trabajo, el salario máximo que el analfabeto puede obtener será (muy probablemente, aunque no siempre es así) cercano o incluso por debajo del mínimo nacional, por lo que sus condiciones de vida también serán muy bajas. Una persona analfabeta también se enfrenta a la dificultad para entender de forma correcta cuáles son sus derechos, debido a lo cual es marginado y explotado por la sociedad con mucha facilidad.

Por otro lado, llevando el análisis a un nivel macro, el analfabetismo también repercute en el ámbito colectivo ya que contribuye grandemente con el atraso o estancamiento tecnológico de un país debido de la falta de investigación, desarrollo e innovación (I D I), por la falta de recursos capacitados para realizar estas importantes labores. De igual forma el analfabetismo favorece la explotación por parte de empresas extranjeras de la mano de obra barata inherente a países “bananeros” o tercermundistas. En definitiva, el analfabetismo fomenta la pobreza y, entre otras cosas, influye significativamente en los índices de delincuencia del país y en la falta de seguridad ciudadana, un problema que nos agobia que se ha agudizado en la última década como nunca antes se había visto.

El Día de la Alfabetización en la República Dominicana quedó establecido a partir del año 1962 mediante el decreto presidencial No. 8004 con la finalidad de recalcar el compromiso del país con la erradicación del analfabetismo en la sociedad dominicana. El decreto es congruente y viene a reforzar lo establecido en el Art. 63 de la Constitución de la República, que se refiere al derecho a la educación estableciendo la responsabilidad del Estado en la erradicación del analfabetismo. Directrices para combatir el problema también se encuentran en la Ley General de Educación 66–97 y en el Decreto 546–12 que crea la iniciativa Quisqueya Aprende Contigo, de cuyos resultados hablaremos más adelante.

El interés de los Estados por el fenómeno del analfabetismo a nivel mundial surgió por primera vez en el año 1965 durante el Congreso Mundial de Ministros de Educación en Teherán, Irán, donde representantes de 88 países determinaron como prioritaria la participación de la humanidad entera en la lucha contra “la plaga” del analfabetismo, que para ese entonces alcanzaba a mil millones de personas. Dos años después, en 1967, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declararon su compromiso universal de reducir a cero la tasa de analfabetismo en el mundo mediante el establecimiento del Día Internacional de la Alfabetización.

En el mundo hay, según la UNESCO, cerca de 780 millones de adultos que no saben leer ni escribir. En el caso dominicano, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Alfabetización realizada por la Oficina Nacional de Estadística (2019), 5.5 personas de cada cien mayores de 15 años son analfabetos (es decir: casi el 95% de la población dominicana está alfabetizada). Estas cifras colocan al país muy cerca de ser declarado oficialmente “libre de analfabetismo”. Seremos libres de analfabetismo cuando la métrica en cuestión sea igual o inferior al 5% de la población general (Oficina Nacional de Estadística, 2019, p. 9).

Como una iniciativa para reducir la tasa de analfabetismo del país a la anhelada, y ya casi lograda meta del 5%, en el año 2012 se creó el Plan Nacional de Alfabetización “Quisqueya Aprende Contigo”, un programa del gobierno que se desarrolla en todo el país con la finalidad de movilizar a todos los sectores de la sociedad para lograr superar este mal en las personas jóvenes y adultas, además de implementar un modelo flexible para que luego de alfabetizarlos puedan continuar con su Educación Básica. En el Decreto que crea esta instancia “se declara de alto interés nacional la alfabetización de las personas de 15 años y más, y la superación del analfabetismo en todo el territorio nacional”.

Del 20131 al cierre del 2022 se han alfabetizado más de 711 mil dominicanos a través de este programa y por lo menos nueve municipios del país han logrado la meta de bajar su nivel de analfabetismo a menos del 5% de su población. Entre esos municipios figuraban: La Romana, Puñal, Santo Domingo Este y Oeste, Pedro Brand, Boca Chica, San Pedro de Macorís, Licey al Medio y el Distrito Nacional.

La erradicación del analfabetismo está incluido dentro de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) como uno de sus componentes claves, específicamente en el número 4: Educación de Calidad. Los ODS son 17 postulados adoptados por los líderes mundiales el 25 de septiembre de 2015 que declaran metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años encaminadas a erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.

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Referencias:

Analfabetismo. (2014, octubre). «Diccionario de la lengua española» – Edición del Tricentenario. Recuperado 13 de enero de 2022, de https://dle.rae.es/analfabetismo

Oficina Nacional de Estadística. (2019). Encuesta Nacional de Alfabetismo ENA 2019. ONE. https://web.one.gob.do/publicaciones/2020/encuesta-nacional-de-alfabetismo-ena-2019/

Sube la tasa de alfabetización entre los dominicanos. (2019, 30 enero). datosmacro.com. Recuperado 13 de enero de 2022, de https://datosmacro.expansion.com/demografia/tasa-alfabetizacion/republica-dominicana


  1. Cuando arrancó el plan Quisqueya Aprende Contigo de manera efectiva ↩︎

Autor: evaristoregalado

Bloggero, twittero, contador y profesor a medio tiempo. Aficionado a la fotografía y curioso de la historia. En busca de mi catarsis cada día y de mi comunión con Jesús de Nazareth

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