La Navidad

De Paseo por la Historia. Con una mirada breve a los eventos y personajes que impactaron al país y al mundo

Por Evaristo Regalado, 25 de diciembre de 2021

CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD

Iniciemos nuestro recorrido con una frase del escritor inglés Charles Dickens, considerado el más grande novelista de la época victoriana, acerca de la Navidad:

«El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad.»

Hoy, como cada 25 de Diciembre, el mundo cristiano celebra el Día de Navidad, una fiesta solemne que conmemora el nacimiento de Jesucristo, en la ciudad de Belén de Judea, hoy territorio de Palestina. La Navidad es un día de gozo y de alegría para la comunidad cristiana del mundo, porque el Señor vino a traernos redención, salvación y esperanza.

El término “navidad” tiene su origen en el vocablo latino “nativitas” o “nativitatis” que significa “nacimiento” y su celebración es una tradición acendrada hasta los tuétanos en las Iglesias Católica y Anglicana, especialmente, aunque también en algunas iglesias protestantes y ortodoxas.

Otras iglesias, sin embargo, no celebran el día de Navidad el 25 de Diciembre, entre ellas la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia de Jerusalén. Estas lo celebran el 7 de enero. Esto es así debido a que estas iglesias no aceptaron la reforma al calendario juliano introducida por el papa Gregorio XIII en 1580, calendario que se encuentra usa la mayor parte del mundo en los actuales momentos. Pero también tenemos el caso de los mormones (la Iglesia de Jesucristo De los Santos de los Últimos Días). Para ellos Jesucristo nació el día 6 de abril, aunque no tienen ningún problema en celebrar la Navidad en estos días.

Así que la fecha exacta del nacimiento de Jesucristo, y por ende el origen mismo de la Navidad, no se conoce con certeza y todavía es un tema controvertido que ocupa el debate de los cristianos. No existe a la fecha ninguna evidencia histórica fehaciente, comprobable o con suficiente rigurosidad documental que haga referencia al día y mes exactos del nacimiento del Cristo, por lo que resulta un poco arriesgado dar por sentado una determinada fecha. Ni siquiera la Biblia nos da una respuesta explícita sobre el asunto porque únicos evangelistas que fueron testigos de excepción, que conocieron a Jesús, que fueron sus discípulos y que escribieron luego la crónica de su nacimiento (nos referimos a Lucas y Mateo) tampoco señalaron la fecha precisa de su natalicio.

Si se hace un análisis de contenido a los relatos sobre el nacimiento de Jesús en esos mismos textos bíblicos, encontrarnos por lo menos dos situaciones muy claras que descartan de plano su nacimiento el día 25 de diciembre. La primera situación que narran las Escrituras tiene que ver con el primer censo del mundo Romano que ordenó César Augusto antes de que Jesús naciera. Por esa razón José y María tuvieron que hacer un viaje de más o menos una semana, tal vez más (ver Lucas 2:1–4), hacia su tierra de origen debido a que todo el mundo tuvo que empadronarse en su propia ciudad. Veamos la cita:

“Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;” (S. Lucas 2 | RVR1960 Bible | YouVersion, n.d.).

Cabe decir que un censo, por su naturaleza, siempre ha sido un asunto molestoso, tanto para la población como para los gobernantes. Para la población, en primer lugar, porque la gente casi siempre presupone que con un censo se pretende ejercer algún tipo de control sobre ella, o que al final los datos de utilizarán para implementar medidas fiscales que terminarán en el aumento de los impuestos, o bien para captar jóvenes para el servicio militar en tiempos de guerra; entre otras medidas impopulares que en principio encuentran resistencia. Así que es muy probable que para los ciudadanos de esa época tampoco fuera bienvenido un censo, máxime cuando estos debieron realizar esfuerzos adicionales trasladándose a sus ciudades de origen.

Ahora viéndolo desde la perspectiva del gobierno, en segundo lugar, resulta poco probable y hasta desaconsejable desde el punto de vista de la estrategia política que Augusto César hubiera querido afectar su imagen agravando las molestias y dificultades de un censo que obligaba a sus ciudadanos a hacer un largo y difícil viaje en las complicadas condiciones climáticas que supone el invierno, cuando pudo haberlo decretado perfectamente para cualquier otro momento más propicio.

La segunda situación que encontramos en la Biblia y que a nuestro parecer reniega del 25 de diciembre como fecha de nacimiento de Jesús tiene que ver con los rebaños de ovejas. Lucas 2:8 dice que en aquella zona había pastores viviendo al aire libre vigilando sus rebaños por la noche. Veamos la cita:

“Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.”
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Puesto que el Evangelio nos dice que los pastores estaban en los campos, las fechas tradicionales de Nochebuena y Navidad en el invierno tienen pocas probabilidades de ser exactas. En esa zona del mundo los rebaños solo se quedaban al aire libre desde la semana antes de Pascuas (que viene siendo a finales de marzo, más o menos) hasta mediados del mes de Noviembre. Después de noviembre las ovejas no se quedaban al aire libre, ni eran pastoreadas, sino que pasaban el invierno resguardadas del clima en las majadas. Quiere decir que si hubo gente que se quedaba pastoreando a sus ovejas por las noches de ninguna forma el nacimiento de Jesús pudo haber ocurrido después de noviembre, sino por el contrario, debió ser necesariamente antes. Entonces el nacimiento del Rey de reyes y Señor de señores, Jesus de Nazaret, no ocurrió un 25 de Diciembre y, es más, ni siquiera ocurrió en invierno.

La designación del 25 de Diciembre como fecha de nacimiento de Jesús, por tanto, no parece tener mucho asidero histórico, mas bien ha sido un esfuerzo de los principales líderes históricos de la iglesia por suplantar el paganismo, sustituyendo las festividades paganas por las cristianas, como también ha ocurrido con otras fechas importantes como el Día de los fieles difuntos y Halloween.

Fue en los tiempos del papa Telesforo cuando se instituyó la celebración del día de Navidad. Sin embargo, la celebración “caía” en fechas movibles en un año con respecto al otro: en ocasiones se celebraba el día 20 de mayo y en otras tantas el 20 de abril. Como no había uniformidad en la celebración, otro papa, Julio I, decidió corregir tal situación fijando la Navidad para el 25 de diciembre de cada año, teniendo como antesala la Nochebuena, tal y como la celebramos en la actualidad.

Considerando las discrepancias y la falta de evidencias citadas, teniendo en cuenta también las “correcciones” papales de la fecha, muchos historiadores han escrito sobre el origen pagano a la escogencia del día 25 de diciembre para esta celebración. En tal sentido, sostienen que durante siglos todos los que se han sido considerados por diversas culturas como “salvadores o redentores” han nacido coincide finalmente en el mes de diciembre, y la mayoría justamente el día 25 de dicho mes. Se creía que por una cuestión vinculada a leyes espirituales y cósmicas, ningún mensajero de Dios podía nacer en otra época que no fuera esa. Citemos algunos casos:

  1. Los antiguos egipcios celebraban el 25 de diciembre el nacimiento de Osiris, el dios de los muertos, de la resurrección y de la agricultura; hijo de Geb y Nut;
  2. También los antiguos egipcios festejaban a finales de diciembre el cumpleaños del dios Horus, dios del aire y la tierra, hijo de Osiris e Isis, la virgen madre del “salvador” y según ellos la “reina del cielo”;
  3. Los griegos festejaban el nacimiento de Heracles (o Hércules), hijo de Zeus, dios de la virilidad, fuerza, coraje, orgullo, candor, y del vigor sexual;
  4. También para los griegos sus dioses Dioniso (el dios de la fertilidad y del vino) y Adonis (el dios eternamente joven) nacieron el día 25 de diciembre;
  5. Los romanos celebraban cada 25 de Diciembre la fiesta del nacimiento del Sol Invicto (Natalis Solis Invicti), o el “Natalicio del Sol invencible” durante el solsticio de invierno, una fiesta pagana asociada al nacimiento de Apolo, el dios de la salud, la belleza, la música y las bellas artes.

    Ese día no había trabajo ni comercio en Roma, en las calles reinaba una atmósfera carnavalesca, se suspendían las ejecuciones de presos, se diferían los combates si había guerra, se liberaba temporalmente a los esclavos, se decoraban las casas con ramas de laurel y los amigos y parientes se hacían regalos;

  6. De igual forma, esos mismos romanos celebraban “las saturnales”, fiestas paganas dedicadas a Saturno, el dios de la agricultura, con sacrificios en el templo del mismo nombre, banquete público y relajamiento o flexibilización de las normas sociales. Las saturnalias Iniciaban el 17 de diciembre y terminaban el 23nde ese mes, se hacían ágapes y se intercambiaban regalos;
  7. En India, desde antes de la aparición del cristianismo, cada 25 de diciembre celebraban el Parto de la Reina del Cielo, en la que la gente adornaba sus casas con guirnaldas y flores y los parientes y amigos se intercambiaban regalos;
  8. Los chinos celebraban los días 24 y 25 de diciembre el solsticio de invierno, de manera parecida a los romanos. En esos dos días de fiesta el comercio cerraba sus puertas, igual que los tribunales y los centros sociales;
  9. En el territorio que hoy está marcado como México, la última semana de diciembre conmemoraban el nacimiento de Quetzalcoatl, cuya venida esperaban, así como los cristianos esperan hoy que Jesús venga de nuevo. A raíz de eso, en 1519, el emperador Moctezuma creyó que Hernán Cortés era ese dios al que esperaban desde hacía siglos y le abrió las puertas de su Imperio, con las consecuencias funestas por todos conocidas;
  10. Y, como último ejemplo, los persas celebraban el 25 de Diciembre las fiestas en honor de Mitra, hijo de la virgen Anahíta. Esta es, tal vez, la celebración pagana más parecida a la celebración del Día de Navidad de los cristianos, y muchos le atribuyen de ahí su origen ya que la misma fue difundida desde el Imperio Persa a La India y luego al Imperio Romano.

En cualquier caso, haya nacido Jesus un 25 de Diciembre, o no, tal vez ya no importe tanto. Lo que verdaderamente hace memorable este día es el excelso mensaje moral y espiritual que le dejó al mundo Jesucristo y, en el plano humano, la calidez humana, los buenos deseos, la caridad y la atmósfera especial que se respira en estos días. Así que, independientemente de la precisión en la fecha, Jesus nació, ya fuera en abril o un poco antes de noviembre, pero nació y es real. Esas imprecisiones históricas no nos pueden roban la esencia de la Navidad.

Te deseo una feliz Navidad y que Jesús también nazca en tu corazón y en el seno de tu familia.

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Consultado:

La primera Navidad. (n.d.). La Llamada De Medianoche. Retrieved December 25, 2022, from https://www.llamadaweb.org/despejando-dudas-acerca-de-la-de-primera-navidad/

S. Lucas 2 | RVR1960 Bible | YouVersion. (n.d.). Retrieved December 25, 2022, from https://www.bible.com/bible/149/LUK.2.RVR1960

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Autor: evaristoregalado

Bloggero, twittero, contador y profesor a medio tiempo. Aficionado a la fotografía y curioso de la historia. En busca de mi catarsis cada día y de mi comunión con Jesús de Nazareth

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